lunes, 9 de agosto de 2010

Nuevo plazo, resultado de un consenso

Hay verdades innegables, hay realidades imborrables, hay destinos inevitables.
Esto viene a cuento por lo siguiente: es innegable procesos como el de la identificación y elaboración de una imagen nacional no es un paseo de domingo. Tiene sus retos, sus complicaciones, levanta una neblina de apetitos; pero, sobre todo, desata un movimiento inesperado y explosivo de creatividad, de creación. Tal creación es tan libre como diverso es el Ecuador y esto le da un sabor a complicación interesante.
¿Es posible "resumir" la megadiversidad natural, la megadiversidad cultural, la identidad histórica y la realidad y símbolos? Es posible. Si bien esta afirmación es teórica (la comprobación tangible se sabrá el día final del Concurso para la Elaboración de la Imagen Ecuador) otros países lo han logrado y el Ecuador lo puede lograr. Sí estamos conscientes que somos los protectores del centro del mundo, entonces sabemos que la esencia está cerca, al alcance de una caricia. Entonces sabemos que nuestro talento nace de este centro esencial, tiene la materia prima para la creación, vista como una erupción volcánica que expulsa los ardores del centro de la tierra.
Pero además es inevitable el proceso de desarrollar este sistema de símbolos que nos identifican, que son el rostro con el cual el Ecuador se proyecta al mundo. Dejar de hacerlo es poner una zancadilla al futuro, es negarnos a cumplir esta obligación histórica, este deber que nos ha impuesto la Patria. Es, en definitiva, privar a los que vienen después de nosotros de esta cédula de identidad esencial.
Es hermoso este desafío, ¿no?
Como estamos seguros que este es un desafío nacional, se escuchó la insistente solicitud de los creadores ecuatorianos y se extendió el plazo para la presentación de los trabajos. Eso tiene mucho de acuerdo público-privado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario