lunes, 19 de julio de 2010

La maravilla existe

Hay una tendencia, que me parece "pasillera" a considerarnos un país chico. (chica será nuestra percepción del mundo, digo yo). No hay que explorar mucho para descubrir ejemplos que desvirtúan ese pesimismo atávico cómodo y derrotista.
Unos amigos han llegado de Europa en estos días y me han contado, con un orgullo que desborda, que en unas cajas de chocolate de una marca europea famosa se mencionaba que el cacao, la materia prima, es de Ecuador, de esta tierra maravillosa. ¿De qué le sirve a esta marca hacer esta mención? Pues el chocolate tiene prestigio en cuando el cacao haya sido cosechado en el Ecuador.
Una marca ecuatoriana, que lleva por detrás un proyecto asociativo espectacular, Pacari, acaba de levantarse con una decena de premios en la Feria Mundial del Chocolate, en Francia.
No, no estoy de acuerdo con que aquellos criterios que dicen que esos son ejemplos aislados. Prefiero pensar que son casos comunes pero que no suelen ser publicitados. El problema es que no nos enteramos de todo lo buenos que somos.
¿País chico? No, país compacto. Un país chico explica nada más una condición relativa a la superficie en kilómetros cuadrados. Un país compacto define a una extensión territorial en la todo está muy junto; todo, muchísimos elementos.
Les desafío a que hagan el siguiente experimento. Es un viaje turístico que demuestra esa cualidad insuperable del Ecuador: desayune un buen ceviche en un local a orillas del océano Pacífico; almuerzo cuy con mote en las nieves eternas de un volcán activo; y, cene tilapia al ishpingo en una área de reserva en el la Amazonía ecuatoriana; es evidente, todo en el mismo día. Ya lo haremos, muy pocos países en el mundo pueden darse este tremendo lujo.
¿País chico? Nación esencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario