lunes, 26 de julio de 2010

La teoría del palo encebao

Pocos hemos tenido los arrestos de lanzarnos al tremendo desafío de tratar de sostenernos del cebo con el que está recubierto un palo, para alcanzar el premio..., pero sobre todo la gloria. Es una de las maravillas de la tradición ecuatoriana, el palo encebado. Extrapolado a la vida nacional, sin embargo, es uno de los juegos más pérfidos. Escalar posiciones en la vida nacional en base de apoyarse sobre otros y luego empujarlos con los pies para que ni si quiera se les ocurra pretender compartir el premio...., pero sobre todo la gloria.
Vale decir que esa no es una característica sobresaliente de los ecuatorianos. En general, más bien somos seres solidarios, probablemente nos sentimos mejor con la gloria compartida, no nos es tan confortable recibir los premios en soledad y, eventualmente, hacemos las cosas de forma que nuestros premios individuales lleguen a otros de diversas maneras.
Es sí, una característica primordial de los ecuatorianos: somos gente buena. A pesar de que la vida nos ha golpeado, todavía creemos que el vecino, el amigo, el conocido son personas animadas por valores positivos. Hasta que demuestren los ecuatorianos.
De manera que el palo encebado es un juego divertidísimo que, como moraleja final, nos muestra que sabe diferente (yo diría que no sabe bien) llegar solos a la cima, que pierden un poco de sentido el premio..., y la gloria

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